Pareciera que no tenemos las Mujeres una imagen muy clara de lo que significa EMPODERARNOS desde lo femenino; tenemos eso si, imagenes e historia para reconocer el empoderamiento desde otro lugar: fuerza, competencia, poder, realización individual, jerarquización, concretización de ideas y metas sin vivir los procesos, en fin, todo ello desde modelos muy masculinos de realización. Para mi, estamos ancladas en este modelo de conciencia desde hace muchos años y desde el realizamos lo que queremos o necesitamos. A esto, lo llama la cultura: Empoderamiento de las Mujeres y yo no le tengo nombre porque, con esta forma de realización no estoy viendo, que estemos logrando un mayor bienestar en nuestras vidas: ni en lo fisico, ni en lo emocional, espiritual, mental o relacional, tampoco puedo ver, que las relaciones entre nosotras esten significativamente mejorando, (seguimos tratandonos entre la critica y la rivalidad). Entonces me quedan preguntas: Que clase de empoderamiento es este que no nos permite establecer un lazo de conexión entre lo que realmente somos y aquello que queremos realizar?, Porque este empoderamiento nos deja malestar y sin sabor en la manera como vivimos y nos relacionamos?
Que tal si nos atrevemos abrir la puerta de nuestro propio ser quizas más necesitado de manifestación? Que podríamos encontrar en él?
Preguntas que nos piden a todas respuestas propias... y quisiera desde acá invitarlas a que se den el permiso de mirarse desde otro lugar más propio y más cercano, porque quizás desde allí entiendo que va el camino de nuestro Empoderamiento.
Dejenme contarles lo que significa para mi mirar hacia otro lado y sentir como emana este Poder.... Mirar hacia el OTRO LADO significa, poder reconocer como vive ese femenino en mi interior, como se manifesta, cuales son sus posibilidades y también sus limitaciones, significa además, como darle voz y valor a ese encuentro, sin que quede atrapado en estructura y en el mandato cultural que durante miles de años nos ha validado y valorado desde la masculinización.
Somos desde siempre de formas muy variadas y posibles, comprendemos el mundo desde nuestros cuerpos, nuestra intuición, nuestra percepción, desde el no/si de nuestro lenguaje, y desde la complejidad que esa diversidad, desde nuestros procesos arraigados a la tierra, desde nuestras inexplicables maneras de vivir las certezas sin tener una logica para ellas: a veces desde el silencio y el recogimiento y en otras desde el alboroto y la fiesta. Algunas mujeres son cientificas, otras pensadoras, artistas, madres, esposas, hijas, directoras, empresarias; en algunas otras, ronda el arte, la filosofia, algunas se acercar desde su espiritualidad, otras desde sus tejidos .....y así, vive esta feminidad tan nuestra, tan diversa, diría yo tan grande y a su vez, tan escasa de modelos culturales y sociales que nos permitan asentar esta grandeza con valor y valentia en alguna parte de nuestra existencia; para finalmente hacernos maravillosamente poderosas y sabias desde nuestro interior.
Ana Beatriz Herrera.3/8/2020
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