Les confiezo que me ha costado este aprendizaje.
Me ha costado dolores, miedos, frustraciones, equivocaciones, transformaciones, días y meses de búsqueda a preguntas para las cuales no he tenido respuesta en su momento.
Me he perdido infinidad de veces en la disyuntiva entre la razón y el corazón en este rol de Madre, queriendo resolver desde el entendimiento, la lógica, o desde “mi verdad” asuntos de percepción, de observación o sentimientos, entre mis hijas y yo, entonces he aprendido como sale mi corazón en mi auxilio, cuando de AMOR es de lo que se trata esta relación.
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